Insólito: realizarán un Congreso sobre la “alienación parental”, un término instalado por un psiquiatra pedófilo

Será en noviembre en la Facultad de Derecho. Abordarán el “SAP”, un concepto que acuñó Richard Gardner, un psiquiatra norteamericano que realizaba pericias a favor de los abusadores y defendía a la pedofilia, entendiéndola como “encuentros sexuales entre niños y adultos”.

30 de octubre de 2024
14 a

Por Florencia Mascioli, de la redacción de Capital 24 

 

 

El próximo 14 y 15 de noviembre se realizará un “Congreso de Alienación Parental y Violencia Familiar” en la Facultad de Derecho de la UBA. Conocido como “SAP”, los especialistas aseguran que es la herramienta que suelen usar los abusadores para defenderse de las acusaciones en su contra.

En 1985, el psiquiatra norteamericano Richard Gardner, acuñó este término por primera vez: el “Síndrome de Alienación Parental”. Consideraba que los abusos sexuales hacia los niños eran “inventos” de madres que tenían un único objetivo: “llenarles la cabeza” para vengarse de sus ex maridos con el objetivo de que los niños mintieran. Y más perverso aún: expresaba que “hay un poco de pedofilia en cada uno de nosotros” (SIC). 

 

Vereda opuesta 

 

Capital 24 dialogó en exclusiva con la Licenciada en Psicología, María Beatriz Müller, Presidenta y Directora de la ONG “Salud Activa” sobre este Congreso, quien se expresó al respecto: “Está planteado por gente que está en la vereda opuesta al cuidado de protección de Niños, Niñas y Adolescentes. Se trata de un grupo de profesionales que creen que el SAP existe (el “Síndrome de Alienación Parental”) cuando sabemos fehacientemente que es una cuestión falaz e inventada por el psiquiatra norteamericano Richard Gardner, quien se dedicaba específicamente a ser perito en situaciones de divorcios controvertidos y tenencias y utilizaba este falso síndrome inventado por él para justificar la quita de los niños a las madres. El síndrome se aplicaba y se aplica hacia las mujeres porque plantean que son celosas y que lo hacen por despecho para tratar de herir a su ex pareja por haberse atrevido a separarse”.

A su vez, expresa que “una de las características que tiene este tipo de síndrome es que utiliza los mismos indicadores que los que trabajamos en la protección de los Niños, Niñas y Adolescentes, los mismos indicadores que utilizamos para detectar las situaciones de violencia de abuso sexual. Por eso es muy perverso, porque los chicos tienen esos indicadores pero no son de ‘alienación parental’ como plantea esta gente, sino que son indicadores de que el niño está atravesando una situación traumática que tiene que ver con el abuso sexual”.

Asimismo remarca que “una de las razones por las cuales el SAP o la ‘alienación parental’ se sostiene es porque su creador, Richard Gardner, lo planteó con un idioma netamente jurídico, no psicológico, entonces al Poder Judicial le resulta natural: es la manera de encontrar una manera muy sencilla para un problema muy complejo porque el incesto paterno filial es algo muy dañino y mucha gente no quiere ni siquiera tocarlo de lejos. Entonces, la idea de que sea una locura de la madre es mucho más simple y con eso resolvemos todo”.

 

“Los chicos no mienten” 

 

Müller sostiene que este Congreso que se llevará a cabo en la UBA “es un atentado contra los niños, las niñas, los adolescentes y las mujeres que son las que realmente se dedican a cuidar. Quienes promueven este Congreso son personas que están junto a otras organizaciones de padres que han sido separados de sus hijos porque tienen sentencias o impedimentos de contacto generados por la Justicia. Ellos dicen que los impedimentos no son reales, dicen que las madres de estos niños están locas, que le hacen creer que sufrió una situación de abuso y que el niño termina creyéndola y repitiendo como un loro lo que la madre le dice. Pensar así es una locura: a los niños les cuesta mucho sostener una mentira, de hecho, no lo pueden hacer  porque si esto fuese así lo niños lo demostrarían en cualquiera de las evaluaciones que uno hace”.

En la misma línea destaca que “el abuso sexual es algo que se da entre el agresor y el niño, en el silencio y en la oscuridad de la habitación o de la soledad de ambos y es muy difícil de probar. La única manera de probarlo es que el niño lo cuente, que se le crea y los agresores hacen de todo para que los chicos cuenten de manera poco creíble: los confunden por ejemplo diciéndoles ‘ahora te voy a poner este cuchillo en la cola’”.

Es todo un tema cómo entender y traducir lo que el niño dice de acuerdo a su momento evolutivo y a sus posibilidades cognitivas y de lenguaje. Lo único que se tiene en cuenta en el Poder Judicial es el relato verbal, y no se tienen en cuenta un montón de otras cuestiones, por ejemplo, con el daño que queda el niño después de una situación de abuso, con la cantidad de secuelas y de sintomatología específica de los abusos sexuales. El DSM-5 (Manual de trastornos mentales) plantea que el estrés postraumático solo se da por tres razones: exposición a la muerte propia o de alguien cercano, exposición a una situación de un accidente grave propio o de alguien cercano y la agresión sexual. No hay otra razón por la que se desarrolle en un niño un síndrome de estrés postraumático, con lo cual, si tiene toda una sintomatología y porque además lo ha contado, es secuela del abuso sexual”.

Agrega que “el DSM-5, que es un Manual consensuado en el mundo entero, le ha dado al juego la categoría del lenguaje, es decir, el niño puede no contarlo con palabras pero si lo juega, es suficiente, el juego es un modo de expresión. Los abogados defensores de los agresores sexuales tratan de plantar la duda de todas las maneras posibles, siempre a favor del victimario, del imputado, entonces si no alcanza la prueba, la causa se archiva. Eso lo traducen inmediatamente como si hubiera sido una falsa denuncia y no es así. Y se busca siempre desprestigiar a quienes están protegiendo: los adultos protectores, las madres protectoras y los profesionales que validan esta situación de abuso. Todo el tiempo se persigue a quienes defienden a los niños”.

 

El falso “SAP” 

 

Sobre la inexistencia del SAP se han pronunciado desde todos los ámbitos académicos, jurídicos, legislativos, sociales, en Argentina, en la región y en el mundo, a saber: la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires (2016), la Defensoría de la Nación (2020), el Congreso de la Nación (2013), la Defensora de NNA de la Nación (2020), la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAFF) del Ministerio de Desarrollo Social (2020), la Federación de Psicólogos de la República Argentina (2014), la Asociación de Psicólogos de la Provincia de Buenos Aires (2013), el Colegio de Psicólogos de Buenos Aires (2016), la Facultad de Psicología de la UNLP (2014), la Asociación Española de Neuropsiquiatría (2010) así como varios organismos internacionales, entre ellos, la CEDAW, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, entre otros.

La Licenciada remarca que el Congreso de la UBA “lo organiza gente que en algún momento estuvo de un lado y ahora está del otro lado tales como el ex juez Mauricio Mizrahi y Reynaldo Perrone, quien en sus libros escribió sobre cómo se siente una víctima de abuso sexual pero ahora se ha volcado para el lado de la alienación parental, seguramente ganen más plata apoyando a agresores que apoyando a la víctima. Se busca siempre es encontrar herramientas que desprestigien a los profesionales que defienden a las víctimas y seguir sosteniendo los abusos a como dé lugar. Y junto a varias organizaciones le hemos enviado cartas al Decano de la Facultad de Derecho preguntándole por qué y dándole las razones por las cuales no: no sé si lo hace por amistad, porque no sabe muy bien de qué se trata y algunos realmente creen que existe algo así”.

 

Salud activa

 

María Beatriz Müller le cuenta a este medio que ‘Salud activa’ “es una ONG que se creó en el año 1999 para dedicarnos a la capacitación y formación de profesionales que recién se recibían. Empezamos a abrir el espacio a la gente de menos recursos para acceder a tratamientos y lo que vino de demanda, fue la violencia y el abuso sexual. Uno de los primeros casos que nos llegó, en ese caso los juicios eran por escrito y no orales, era de un padre que había abusado de todos sus hijos, y había hablado la más pequeña. Fue la primera vez que se logró una condena por un informe psicológico de quien evaluó y trató a la niña, y el informe se presentó en el expediente y se logró condenar al abusador”.

Agrega que trabajar con estas temáticas “fue un desafío que quisimos tomar porque cuando uno se entera de lo que pasa con las infancias, no podemos mirar para otro lado. Hemos escrito muchísimos libros y hemos trabajado mucho para ofrecerles a los profesionales, a las madres, a los niños y a los docentes, herramientas para que puedan trabajar con el daño a las infancias. Desde el 2003 comenzamos a realizar los Congresos Nacionales y en el 2007, Internacionales”.

Müller comenta que “nosotros como institución, hemos sido atacados por todos lados, han dicho que inventamos todo, que les enseñamos a los chicos a mentir, que hacemos falsas denuncias, falsos informes, que cobramos en dólares, que nos llenamos de plata, que son todas cosas que hacen los abogados que defienden a los agresores. Ellos son los que cobran en dólares y les arrancan la cabeza a estos tipos y por eso es que mucha gente se va a la vereda de los agresores porque ahí hay más dinero: las madres protectoras generalmente salen de una situación de violencia de pareja (que agregó, como “violencia vicaria” el abusos sexual) y están desarmadísimas, indemnes, se quedan sin trabajo, no tienen recursos. Ahora quieren atacar a la ciencia y buscan desprestigiar a la Psicología como ciencia, quieren desprestigiar las técnicas psicométricas y proyectivas no sirven, que son subjetivas, lo cual apunta a seguir manteniendo la impunidad a los agresores de niños. La madre es la maliciosa, la alienadora. Usan otros términos porque el SAP está prohibido: el Colegio de Psicólogos de la provincia de Buenos Aires ha prohibido la utilización de este término como ejercicio legal de la psicología y otros Colegios de otras provincias también. Por eso es un término utilizado por los jueces y los equipos técnicos de los juzgados”. 

 

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