Lo juzgan por el crimen de una jubilada degollada en su casa de Tolosa

Ayer finalizaron las audiencias de debate del juicio en el que se ventila el crimen de una jubilada que en el año 2016 estremeció a la opinión pública. En el fuero penal de 8 y 56, declaró el acusado, dio su coartada y la próxima semana fiscalía y defensa formularán sus alegatos. 

Lucas Agueda es el único y principal sospechoso por el asesinato de María Angélica Olmo, de 79 años, degollada en su casa de Tolosa. El hecho fue descubierto el 3 de diciembre de 2016. Dos semanas después, fue detenido Agueda en su vivienda usurpada en calle 34 entre 16 y 17 del barrio La Loma. 

Desde entonces, quedó imputado por el delito de "homicidio criminis causa", es decir “matar para lograr consumar el delito y/o procurar la impunidad del mismo”. Esa figura legal tiene una pena en expectativa de prisión perpetua.

Ayer, Agueda pidió declarar ante el Tribunal III de La Plata. Asesorado por la defensora oficial Ana Cova dijo que el día del crimen tuvo un accidente en moto con su suegro y fue atendido en el hospital de Gonnet. Con esa estrategia trató de posicionarse lejos de la escena del crimen.

Sin embargo, para el fiscal de juicio Jorge Paolini, el imputado evidenció imprecisiones y contradicciones en su relato. 

En sintonía con la fiscalía de instrucción, la parte acusadora sospecha que fueron dos los autores del asesinato. A este juicio, en el que ayer terminaron de declarar todos los testigos, solo se arribó con un solo imputado. 

Del lugar de hecho se llevaron un televisor color de 32 pulgadas, pero en rigor el móvil de crimen no sería ese robo, sino la abultada deuda de dinero que el acusado tenía con la víctima, a quien le realizaba tareas de jardinería y mantenimiento en la vivienda de calle 22 entre 525 bis y 526 donde se perpetró el asesinato de la jubilada. Esa es la principal hipótesis de la fiscalía.

 La escena del crimen

 El cuerpo de la víctima fue encontrado tirado en el living, sobre un charco de sangre y boca arriba. Los forenses que hicieron la autopsia determinaron que tenía dos cortes en el cuello, aunque uno, muy profundo, fue el que la mató. Además, tenía golpes en la cabeza.

En el lugar los peritos secuestraron un cuchillo que sería de la casa y estaba a un metro del cuerpo, sobre una silla y con restos de sangre. Ninguna cerradura estaba violentada ni forzadas las aberturas. 

En el debate oral la fiscalía trató de esclarecer las dos principales hipótesis. La primera señala que la víctima conocía a quienes resultaron sus victimarios y les abrió la puerta. La segunda tesitura apunta que el o los criminales ingresaron por la puerta del fondo, que la jubilada solía dejar abierta para que circularan sus cuatro perros.

Tras 12 días de investigación personal del gabinete de Homicidios de la DDI La Plata allanó dos domicilios y en uno de ellos, una finca usurpada en Barrio Norte, detuvieron al presunto autor. Se trata del ex convicto Agueda, que está siendo juzgado por el Tribunal Oral III de La Plata, integrado por los jueces Santiago Paolini, Ernesto Domenech y Andrés Vitali. 

 El jardinero y la deuda

 Agueda era el jardinero de Olmo y los investigadores encontraron varios elementos que lo inculpan: un análisis de las llamadas de su celular, el testimonio de un vendedor ambulante (lo escuchó decir horas antes del homicidio "hay que matar a la vieja") y se percataron que el sujeto le debía unos 20.000 pesos a la jubilada.

Fiscalía y defensa darán sus alegatos la próxima semana. Ayer terminaron de declarar los testigos. Una de ellas fue Rosa María Rochieri, suegra del acusado Lucas Agueda. Ella confirmó que su yerno tuvo un accidente en moto, pero no supo decir fecha y horario del mismo, con lo cual, según se indicó en tribunales, no pudo validar la coartada esgrimida por el imputado en su declaración. 

También prestó testimonio Juliana Alfonsín, ex abogada del acusado, y que había sido “relevada” por Agueda de mantener el secreto profesional. 

La letrada dijo que Agueda trabajaba en el 0800 vecinal durante la gestión de Pablo Bruera. Según precisó, el acusado es amigo de su marido, el puntero del PJ, Cristian Pérez. La testigo era delegada municipal en Villa Elvira, “la localidad más poblada de La Plata”.

Lo describió como “una persona responsable, cumplidora, llevaba una vida ordenada, no faltaba al trabajo”. Ratificó que Agueda tenía antecedentes penales. Y reconoció que el acusado había trabajado en la casa de la víctima, que la jubilada Olmos le adelantaba dinero por trabajos que luego después hacía y que la noche del hecho llamó a la mujer para pedirle dinero para cargar la SUBE.