
En dos años de gestión, Argentina quedó al fondo del ranking regional de salarios en dólares y perforó niveles de poder adquisitivo inferiores a 2001. Mientras el Gobierno celebra la desaceleración inflacionaria, las señales de presión alcista reaparecen. Desde diciembre de 2023 la caída supera el 30% de poder de compra.
















