Leila Gianni, en ascenso: libertaria superpoderosa de pasado Ultra K y que opera solo para sí misma

La secretaria de legales del ministerio de Capital Humano que comanda Sandra Pettovello es el claro ejemplo del saltimbanquismo político del cual la sociedad se ha cansado. Es joven, pero con una rica experiencia en militancia kirchnerista. Es muy ambiciosa. Y juega a fondo. Pero de infiltrada, no tiene nada. Es aficionada a leer los libros de Perón.

Política 04 de junio de 2024
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Por Nicolás Fernández Rivas

Las usinas de bots, trolls y otras delicias de la comunicación en redes sociales, especialmente, la que es propiedad de Elon Musk, están a pleno en los últimos días, operando a full. 

El plutócrata sudafricano estadounidense con un par de tweets mimosos hacía Milei y vía libre a un “pack” de cuentas fantasmas que operan para el presidente y que además le fabrican una realidad paralela donde el Jefe de Estado se divierte, se enoja y le contesta a sus propios avatares digitales, que bien han  bautizado como “algoritmo de Yrigoyen”, se quedó con el negocio de internet satelital y el acceso al precioso litio que se necesita para las baterías con las que operan los productos de Tesla, la empresa insignia del conservador empresario.

Un caso raro: es tradicionalista y seguidor de Donald Trump, exige proteccionismo para su propio mercado en su país y libre comercio para el resto. Y bueno, volatilidad, liquidez.

Lo que sigue es un caso en la misma línea, pero con menos glamour pero que deja bien pintada, la fragilidad política del Gobierno, los acuerdos subterfugios con sectores aparentemente opositores y los límites de un sistema de decisiones que hace agua y tiene muchísimos problemas de ordenamiento.

Leila Gianni, multitask "Todo Terreno - Todo Tiempo"

A poco de estallar la denuncia que impulsó el dirigente social y político Juan Grabois, acerca de que en los hangares de almacenamiento de Villa Martelli y de Tucumán el Gobierno guardaba más de 5 millones de kilos de alimentos sin entregar a comedores, que están aullando de hambre a lo largo del todo el país, que bajo la excusa de cortar “a los intermediadores”, léase organizaciones sociales, clubes de barrios, asociaciones vecinales que hacían la entrega de las cajas de provisiones, dejaron de entregar la comida sin establecer un sistema alternativo y supuestamente más eficiente para la distribución.

Algo difícil de lograr ya que todas esas entidades están en contacto directo con las barriadas populares y que al no integrarlas solo caerán en dos sistemas: o privatizar la entrega y convertirla en un negocio o que las entregue el ejercito al voleo repartiendo guiso de arroz por las localidades con un sistema de buena voluntad, pero a la “marchanta” y la rifa.

Los sectores que conforman la alianza de Gobierno La Libertad Avanza + PRO intentaron establecer la hipótesis de que la inoperancia para manejar la entrega de los alimentos no se debió a la ministra Sandra Pettovello, recontra confirmada y bancada por Milei si no a una supuesta “infiltración kirchnerista” que busca operar desde “adentro” al Gobierno para mellarlo políticamente. Una jugada digna de mentes de nivel Henry Kissinger, que de haber sido así, a esa gente hay que nombrarla ya mismo por su capacidad política. Todo muy pochoclero, bien regado de tweets y bots de inteligencia artificial que se indignan en cada comentario.

Es por eso que, durante las últimas tres jornadas, hubo toda clase de comunicaciones en Off con periodistas de la casa y voceros mediáticos a sueldo, bien financiados con la inaccesible caja de la Calle 25 de Mayo, con denuncias que irían directamente apuntadas a la funcionaria Leila Gianni, de pasado ultra kirchnerista y fanática convencida de Sergio Massa.

La especie, está fundada en que la joven dirigente, que a raíz de uno de sus vínculos amorosos con los que tuvo una de sus hijas operó una estrategia de infiltración. La cosa es más o menos burda. Resulta que ese interés amoroso de Leila ocupó una función en la gestión del gobierno anterior en el Ministerio de Desarrollo Social y es quien busca destruir a Pettovello. Leila, tiene cinco hijos que combina con un seguimiento de marca personal a Sandra y que además tiene tiempo para realizar recorridas nocturnas por programas de televisión denunciando a troche y moche a funcionarios que no funcionan en el Ministerio. ¿Cómo puede sostener su hogar? Bueno, en primer lugar, sus niños son de tres padres diferentes y cobra importantes ingresos por alimentos más su sueldo como Subsecretaria de Estado -alrededor de 3 millones-. Todavía no salió a la luz si formaba parte de la lista de contratos OEI que fueron difundidos por el entorno de Joaquín de la Torre, por “error”.  Una situación que Milei en persona está tratando de que no siga ocurriendo acercándose al dirigente de San Miguel.

Leila tiene un pasado ultrakirchnerista hasta diciembre pasado, llegó a la gestión pública en 2012 y la especie digna de geopolítica mundial que impulsa el sector de De la Torre tiene las patas cortas. Leila dejó al padre de última hija a principio de 2023, cuando se enamoró de su último novio, un hombre cercano a Juan Cabandie y su agrupación Aires de la cual también Leila formó parte y militó activamente. Su último interés amoroso no tiene nada que ver con Desarrollo Social, es Guido Veneziale y es abiertamente contrario a Milei en su praxis militante.

Leila y sus tatuajes peronistas llegaron a la vida de Sandra Pettovello, cuando se construyeron los equipos de gestión de Capital Humano, haciendo una convocatoria “a la rifa”, buscando mano de obra dispuesta a conversar con abogados y hacer denuncias sin piedad. ¿Y que mejor que una saltimbanqui dispuesta a todo? La superministra no tenía equipos, ni planes de contingencia, ni emergencia directa y se hizo cargo de cuatro ministerios. Se dice que la ayuda que no llegó para la catástrofe climática de Bahía Blanca estuvo vinculada con la incapacidad técnica para gestionar la crisis más que una decisión diabólica de Milei de cortar suministros. Bien presentada y dispuesta, Sandra la acollaró como mujer cercana y de confianza, aunque no tanta: todavía no le permite ir a Olivos sola a ver en persona a Milei, no sea cosa que el Cardenal, luego de una charla cercana termine saliendo Papa y Sandra eyectada del Cargo. Quien hizo el vínculo entre ellas maneja los “recursos humanos” de Capital Humano y cuya capacidad esta menos ligada a los contratos que a la recaudación de sobresueldos, pero ese es otro cantar.

La volátil ideología de Leila, le permitió a Pettovello, la capacidad mercenaria de poder construir “dos denuncias por semana”, tal cual fue la estrategia que le encomendó Santiago Caputto, que sí entiende de poder. Esa función que recayó sobre Leila, la de buscar “mierda” para tapar la inoperancia, en un giro de realidad líquida la hizo abandonar todo vínculo peronista, ultrakirchnerista, dejó de llamar a Cabandié, mantuvo sus tatuajes por miedo a como quede la piel luego de los tratamientos para borrarlos, se estudio el manual libertario y salió a la cancha. Nada de infiltrada. Un claro ejemplo de saltimbanqui mercenario, que casi todos los políticos tienen solo que esta vez mucho más desembozado. La vio. Mutó. Se hizo líquida. Y es una mano de obra dispuesta a todo.

Incluso las decisiones suicidas que tomó Maximiliano Keczeli fueron impulsadas por Gianni, pero el fusible que saltó fue el de Maxi. Es que Leila es mucho más funcional para la inconsistente Sandra, que además cuenta con un apoyo ciego y poco objetivo por parte de Milei.

Los nuevos vínculos de Leila

Gianni logró en pocos meses de asumir su rol, en ser un enlace con los medios clave lo que a fuerza de primicias le permitió ir construyendo un poder propio. La agenda mediática de denuncias está llena de indicaciones de Santiago Caputo, el ascendente “Peaky”. Milei encomendó cuidar la gestión, pero sobre todo a Sandra.  

La salida de De la Torre por ejemplo fue fundada, además del escándalo de los alimentos almacenados, por presuntas contrataciones irregulares que hubo en el organismo en estos meses de gobierno. Lo denunció la mismísima Gianni, que señaló que habrían sido unos 100 mil contratos con sueldos de entre $600.000 y $1.300.000 (Contratos que también maneja un hombre ligado sentimentalmente a ella).

Gianni en su esquema de medios construyó vínculos con todo tipo de periodistas del House Organ Presidencial: Luis Majul, Nicolas Wiñazky, Jony Viale, Luis Gasulla, Facundo Chavez, Andrés Klipphan, y por supuesto vínculo con Esteban Trebuc, que tiene fama de Don Juan. Vaya uno a saber.

Los periodistas como buenos operadores, buscaron información con las terribles confesiones antikirchneristas de la kirchnerista Leila. Una infiltrada que no existe y que simplemente es una figura camaleónica que está construyendo poder propio con el objetivo de ocupar en algún momento el lugar de Sandra Pettovello o tirarse a una carrera como fiscal: tiene lo que hay que tener. Un corazón dispuesto a todo, capacidad adaptativa y ser funcional a un esquema de poder que cada vez crece más y que ya se va despegando lentamente con sus ramificaciones del esquema presidencial. Pero, esa es otra historia.

En poder y en ascenso

Gianni en uno de sus raids mediáticos explicó que quien tiene a su cargo el control del stock inventario de los depósitos es la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia y dijo que Pettovello recién tomó conocimiento de que había productos próximos a vencer la semana pasada. “Dejamos atrás un asistencialismo que no solo no resolvió el tema de la pobreza, sino que lo acrecentó”, dijo la funcionaria y acusó que “detrás de los alimentos hay un negociado enorme de las organizaciones sociales y de los militantes del hambre con la participación necesaria de exfuncionarios del gobierno anterior, en especial del Ministerio de Desarrollo Social”.

La secretaria legal de la cartera que conduce Pettovello dijo que muchos de esos alimentos fueron adquiridos mediante “licitaciones ilegales espurias que nosotros estamos llevando adelante en la Justicia”, como de yerba y de aceite. Gianni denunció que esos bolsones de comida “eran comercializados por los militantes del hambre en muchas ferias” y servían de elemento de coacción frente a los sectores más vulnerables. “¿A nosotros nos dicen insensibles, a nosotros nos dicen genocidas?”, cuestionó.

No, se les dice que como los gatos se dan vuelta en el aire y caen parados. El denunciado era su compañero cercano, nada menos que el hermano de Joaquín de la Torre, Pablo.

Fue asesora legal en la ANSeS, de 2008 a 2011, en el primer mandato de Cristina Kirchner; analista administrativa de la Secretaría de Ambiente hasta 2015, en el segundo período de la ex presidenta; asesora legal también en Ambiente en los cuatro años de la presidencia de Mauricio Macri; y de 2020 a 2023, con Alberto Fernández, se desempeñó como Coordinadora de Asuntos Jurídicos del Centro Internacional para la Promoción de DD.HH y luego como Directora de Proyectos Ambientales dentro del Ministerio de Desarrollo Social.

Abogada de 39 años, Gianni tomó relevancia en las últimas semanas por promover una serie de denuncias por irregularidades de la pasada gestión, que se encuentran en trámite judicial. Y como responsable de Legales de Capital Humano también es quien instruyó la investigación interna contra Pablo de la Torre por irregularidades en las contrataciones realizadas a través de un convenio con la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).

Pettovello eligió echar a su funcionario bajo la denuncia de irregularidades, una vía alternativa a la habitual vía decorosa que se suele elegir para el caso de los subalternos que su propia cartera debería auditar. Se trataba de alguien de su confianza y a quien había convocado por motu proprio a la gestión pública: quienes conocen a ambos alegan que le gustó sobremanera el Plan 1000 días que en campaña le había acercado de la Torre. De La Torre acusa a “kirchneristas infiltrados”. Leila no lo es. Es solo una profesional de la política que asciende hacia donde la lleva el viento. La bronca de los hermanos y de Joaquín, tiene lógica. Pettovello, al echarlos, se queda sin importantes interlocutores políticos en el peronismo, especialmente del Gran Buenos Aires. “Cualquier intendente le levanta el teléfono a Joaquín ante una situación social desbordante, hablan idioma político y pueden generar soluciones. ¿Ahora con quien hablarán? ¿Con una mina que no saben si los Off se vuelven bombas mediáticas? Qué no te extrañen nuevos quilombos al estilo Bahía Blanca a 20 kilómetros de la Casa de Gobierno”, aseguran fuentes del GBA. Otros operadores peronistas ligados a De la Torre también fueron eyectados: Héctor Calvente; la subsecretaria de Políticas Territoriales y Desarrollo Humano, Lucía Raskovsky; el director nacional de Emergencia, Esteban Bosch; y el coordinador del Programa de Promoción del Microcrédito para el Desarrollo de la Economía Social, Fernando de la Cruz Molina Pico y sus cargos absorbidos por Gianni. Lindo sanguchito.

Días atrás, cuando Milei echó a su ex amigo de penurias y alegrías Nicolás Posse lanzó una dura advertencia en medio de tensiones y acusaciones cruzadas: “Al que lo engancho haciendo una operación (de prensa), lo echo a la mierda. Y el que me conoce sabe que no doy vueltas como otros para tomar decisiones”, estalló.

Bueno, al parecer hay una figura ascendente que es especialista en serruchar pisos a través de operaciones mediáticas y ya se cargó a varios al amparo de Sandra. Y hasta quizá en algún momento terminé con Pettovello. Bueno, es joven y bella. Una fortaleza para algunos, una debilidad para otros. Al parecer Carlos Pagni según sus amigos de los servicios nunca acertó un pronóstico . Fin

 

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