El expediente arribó a la Casación mientras en prisión se agravan los problemas de salud mental de “La Toretto”

Volvió a agravarse la salud mental de Felicitas Alvite (21) alias “La Toretto”, detenida bajo prisión preventiva y a la espera del juicio oral por haber causado el fatal atropello del músico Walter Armand (35) en el cruce de las Avenidas 13 y 532, conduciendo una picada con otro auto que conducía una amiga, a alta velocidad y pasando semáforos en rojo. 

Inmersa en profundos cuadros de depresión, angustia y estrés en su lugar de encierro, la Alcaidía de Melchor Romero, ayer logró que su caso ingresara en la máxima instancia penal de la Provincia. 

Así lo confirmó a Capital 24 su abogado defensor Flavio Gliemmo, al señalar que el expediente por el que se revisará si Alvite puede llegar en libertad al juicio oral será revisado por la Casación bonaerense, con sede en La Plata. 

La causa arribó a la Casación luego de recibir un duro revés judicial tanto en el juzgado de Garantías como en la Cámara de Apelaciones de La Plata, donde denegaron a “La Toretto” la posibilidad de ser beneficiada con la morigeración de la prisión preventiva. 

A casi ocho meses de haber provocado la muerte del músico Armand, quien conducía una motocicleta al momento del fatídico siniestro, Alvite se encuentra padeciendo varios problemas de salud mental a raíz del estrés provocado por el accidente y el proceso judicial. 

Su abogado Gliemmo señaló que su asistida “está angustiada, con depresión y ansiedad a la espera del recurso de Casación Penal”. Ese planteo apunta a que Alvite pueda ser liberada, por ejemplo, a través de un arresto domiciliario con monitoreo. 

Otro de los argumentos esgrimidos por el abogado que integra la defensa junto a Santiago Irisarri y Luisina Gliemmo, es la condición en la que viviría Alvite, ya que se encuentra prácticamente sola, no realiza actividades y recibiría muy pocas visitas. “Hace poco trasladaron a su compañera de celda. Tenía una excelente relación con esa chica, pero bueno, ahora está sola”, comentó el letrado respecto de la situación intramuros de su asistida. 

Flavio Gliemmo también relató que la joven Alvite solo dispondría de la compañía de sus padres que irían a visitarla una vez por semana. Mientras que no hizo mención a sus amistades, el abogado sostuvo que los letrados que integran el estudio jurídico que la asiste, la visitan en su lugar de presidio, cada dos semanas para continuar con el desarrollo de la estrategia que presentarán en el juicio oral y público, el cual, no solo no tiene fecha sino tampoco tiene un tribunal asignado. 

Tal como reflejó Capital 24, mientras el caso era apelado ante la Casación, hace dos meses se confirmó la elevación a juicio de la causa que tiene a Alvite imputada por homicidio con dolo eventual, una figura que establece una pena de hasta 25 años de prisión. 

Así lo dispuso entonces, la jueza de Garantías N° 5 de La Plata, Marcela Inés Garmendia, al resolver “elevar la presente causa a juicio en relación a Felicitas Alvite por el delito de homicidio simple con dolo eventual y a Valentina Velázquez, en orden al delito de participación en prueba de velocidad o destreza con un vehículo automotor”.

Velázquez no se encuentra detenida. La joven de 24 años conducía el otro vehículo con el que, a criterio de la fiscalía y el juzgado de Garantías, “La Toretto” Alvite corría una picada hasta que impactó la moto de Armand. 

Para el fiscal que instruyó la causa, Fernando Padován, y para la jueza Garmendia, el encuadre legal dado al caso es el de homicidio con dolo eventual, debido a que consideraron que la joven debería haber tenido en cuenta que podía matar a un tercero por correr una carrera callejera.

Esa calificación establece una pena de 8 a 25 años de prisión. Y castiga a quien “habiéndose representado el resultado muerte, no obstante, continúa con su accionar”. Allí estaría la base del “dolo eventual” en el homicidio. Sin embargo, para los defensores Irisarri y Gliemmo, los fundamentos de la fiscalía son “exagerados”. Según señalan, la joven Alvite debería ser acusada por un delito culposo, es decir, que lo hizo sin querer donde la pena se reduciría considerablemente. “Consideramos que existen nulidades y que debe ser cambiada la calificación”, enfatizó Gliemmo. 

Tanto la Cámara de Apelaciones de La Plata como en una revisión previa de la Casación se había resuelto también denegar a Alvite el beneficio de cumplir con una prisión domiciliaria. Allí se fundamentó que los resultados arrojados por los informes psicológicos y psiquiátricos que le realizaron a “La Toretto” evidencian que la joven “muestra escasa implicancia en su proceder, manteniendo en distintas oportunidades de la entrevista una actitud exculpatoria sobre los hechos que se le imputan, brinda infructuosos ejemplos que solo logran a los ojos de los entrevistadores dar cuenta de su inmadurez en su accionar”. 

“Tales circunstancias no se han visto modificadas en las distintas situaciones por las que ha atravesado desde el comienzo de la presente causa penal resultando dicho posicionamiento llamativo, mostrando durante cada uno de los encuentros su incapacidad para implicarse en los hechos de los que fue protagonista y desplegando un relato prestado, acomodado a su situación procesal sin la resonancia afectiva que se esperaría en su situación”, esgrimieron los peritos en las conclusiones de su estudio.