Todo listo para el segundo juicio en La Plata al obstetra condenado por la muerte de una beba

Un nuevo juicio dará a luz en La Plata contra el obstetra Fernando Daverio (50) por lesiones culposas agravadas por daño a la salud permanente, en el marco de la denuncia presentada por una familia cuya hija quedó con parálisis cerebral después del parto. El acusado ya fue condenado en el primer juicio por la muerte de una beba durante su nacimiento y las lesiones de su madre.

Ese debate oral dará comienzo la próxima semana, más precisamente el próximo viernes 26 de diciembre, luego de la Navidad. A cargo del juicio estará el juez penal de La Plata, Eduardo Eskenazi. 

Tal como informó Capital 24, mediante un juicio abreviado ventilado en 2024, el obstetra Daverio fue sentenciado a la pena de 2 años, 11 meses y 15 días de prisión condicional más ocho años de inhabilitación para ejercer la medicina. 

El delito por el que lo condenaron fue "homicidio culposo" y "lesiones culposas" tras la muerte de una bebé y la histerectomía de su madre quien, a pesar de tener varios factores de riesgo, fue atendida como una paciente sana durante el embarazo y el parto.

En ese expediente, de la misma manera que el acusado Daverio, la partera que lo acompañó y asistió en ese nacimiento, Andrea Neira, fue condenada en un juicio abreviado por el Juzgado Correccional N° 3 de La Plata, a cargo de la jueza Ana Belén Piccone, a la pena de 2 años y 7 meses de prisión condicional e inhabilitación para ejercer por 5 años y 10 meses.

En la causa penal declararon otras mujeres que denunciaban abandono a pocos días de parir, falta de estudios y violencia obstétrica por parte de Daverio y su equipo. Según se informó, al menos unas 20 mujeres y sus familias resultaron afectadas. 

En tribunales se acreditó que tras la primera condena a Daverio registrada el último año, el grupo médico suspendió su atención y diferentes servicios. 

En su momento, en redes y medios de comunicación, el obstetra Daverio era consultado y apareció como un referente del parto respetado. Eso fue hasta que se conocieron las denuncias de sus pacientes.

Gestando entre Pares 

Según la información institucional que brindaba, el mencionado equipo médico se hacía llamar “Gestando entre Pares” y ofrecía una atención grupal, respetuosa del embarazo y el parto, en un contexto donde en la mayoría de las instituciones sanitarias públicas y privadas se obligaba a las mujeres a parir acostadas, solas, acelerando el proceso con medicación, sin que se las escuche ni se les informe -a menudo con maltrato verbal-, se las separaba de sus hijos para controles aunque no necesitaran cuidados especiales y también se practicaban cesáreas en casos en que no era necesario.

La causa que próximamente será ventilada en juicio oral y público, y que tendrá de nuevo a Daverio en el banquillo de los acusados, se inició con la denuncia penal formulada por María José Suárez y Fernando Cipollone, cuya hija, Nina, nació sin signos vitales en junio de 2017 y fue reanimada durante casi media hora, quedando con graves secuelas, a pesar de que en todo momento el médico y su equipo informaban que el embarazo y la beba eran sanos.

En ese expediente, la familia presentó pruebas, afirmando que, pese a sus reiterados avisos al equipo médico conducido por Daverio, durante el trabajo de parto y de su insistencia para ir a la clínica, los profesionales respondían que todavía faltaba para el parto. 

Eso fue hasta que decidieron trasladarse por su cuenta hasta el centro de salud, donde la partera llegó cuando faltaban pocos minutos para que su hija naciera y un médico sin experiencia y el pediatra llegaron cuando María José ya estaba pariendo. Todo eso según las constancias judiciales.

Luego de realizado el parto en la Clínica de la Comunidad de Ensenada, Nina fue trasladada en estado crítico al Hospital Italiano de La Plata, donde permaneció en terapia intensiva hasta que, 54 días después, egresó con el diagnóstico de Discapacidad Múltiple.

En rigor, los padres de Nina acusan a Daverio y su equipo de no haber estado presentes durante el parto para brindar un seguimiento acorde que hubiera permitido conocer el estado de la beba y tomar las medidas necesarias. 

A través de su representante legal, los padres de Nina también acusan al obstetra de no atender la desaceleración de crecimiento que mostraba la ecografía realizada a las 35 semanas de embarazo, que podía indicar problemas con la placenta. 

El abogado que los asiste, Alfredo Gascón, afirma que, de haberse constatado el diagnóstico mediante una eco doppler, se tendría que haber practicado una cesárea, ya que la beba no iba a contar con la oxigenación necesaria para un parto.

Penas unificadas: cárcel efectiva

En ese caso, también se acusa por "lesiones culposas agravadas por el daño a la salud permanente" a la partera que intervino en ese parto, Bárbara Pestaña Guido.

Asimismo, el obstetra Daverio fue imputado por "falsificación de documento" por adulterar las historias clínicas del embarazo y el parto, donde figuraban estudios que no se hicieron, como la eco doppler que hubiera demostrado la insuficiencia placentaria. 

Esa documentación fue incautada en la causa a través de allanamientos que se realizaron en el consultorio de Daverio y en la clínica, ante lo que se consideró una “falta de colaboración” al no presentar las evidencias requeridas por la fiscalía. 

Por este hecho, se imputa el delito de lesiones culposas con una pena hasta tres años de prisión más una inhabilitación especial de hasta cuatro años para ejercer la medicina. 

En caso de ser hallado culpable (ambos hechos se cometieron en 2017), la pena se unificaría con la condena aplicada en el juicio anterior, aumentando la sanción punitiva con cárcel de efectivo cumplimiento. 

Referente en nuestra ciudad

Fernando Daverio, oriundo de Bahía Blanca, tenía su equipo a cargo denominado “Gestando entre Pares” con un consultorio en 38 esquina 12 de La Plata y durante varios años fue considerado el principal referente en nuestra ciudad del denominado parto respetado. Era quien publicitaba una atención que garantizaba el cumplimiento de los derechos de las mujeres y sus familias, consagrados por la ley de parto humanizado. También fomentaba esas prácticas como auditor y asesor de una obra social estatal. 

La ley de parto respetado establece el derecho a elegir la posición en qué parir, a no sufrir intervenciones innecesarias, a recibir información y ser escuchadas, a estar con un acompañante y a permanecer junto a sus hijos.