Crimen de Fernando: todo listo en Casación para revisar las condenas a los rugbiers

La céntrica sede judicial de calles 43 N° 874 entre 12 y 13 de la Casación bonaerense, será el escenario para la revisión de la sentencia por el crimen de Fernando Báez Sosa en el que cada parte -fiscalía, querella y defensa- irán por todo: desde la imposición de cadena perpetua para todos los condenados hasta el intento de morigerar el castigo con la atenuada calificación del homicidio “en riña”, incluso la absolución. Habrá un sincronizado mecanismo para trasladar extramuros a los condenados.  

Como ya se adelantó desde Capital 24, esta nueva audiencia del crimen -cometido en enero de 2020 en Villa Gesell-, será la primera ocasión de los rugbiers sentenciados de salir de la cárcel de Melchor Romero. Cada uno será custodiado a la sede de la Casación Bonaerense, el máximo tribunal penal de la Provincia, al que las partes recurrieron el veredicto de primera instancia, por distintos motivos.

La Sala II del alto tribunal, integrada por los jueces Mario Kohan, Fernando Mancini Hebeca y María Florencio Budiño, será la encargada de revisar el fallo. Fabián Améndola, uno de los abogados de la familia Báez Sosa, adelantó que la audiencia fijada para el próximo 15 de agosto a las 11 horas en la Casación es “mejorar lo que ya se hizo por escrito", dado que tanto la defensa de los acusados como la parte querellante dio a conocer su posición sobre el fallo de febrero pasado que condenó a cinco rugbiers a prisión perpetua y a otros tres a penas de 15 años de cárcel, en calidad de “partícipes”.

El propio tribunal bonaerense aprobó la modalidad de “traslado de los ocho imputados”, hacer lugar a la solicitud que presentó la defensa que comanda  Hugo Tomei. En ese escrito, Tomei solicitó la absolución de Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi en el Tribunal de Casación, mientras que para los restantes condenados pidió la reducción de su pena.

Allí, el defensor sostuvo que la sentencia correcta es la de "homicidio en riña" o, en todo caso, "homicidio simple con dolo eventual", dado que no pudo comprobarse la planificación, intención y organización a la hora de cometer el crimen. 

Mientras que Améndola, Fernando Burlando y su equipo, abogados de la familia damnificada, pidieron que los ocho condenados reciban la pena máxima de prisión perpetua, ya que argumentan que todos ellos fueron "co-autores" del crimen. 

Vale destacar que tres de los ocho imputados, Viollaz, Cinalli y Lucas Pertossi, recibieron una pena de 15 años de cárcel por ser partícipes secundarios del homicidio.

 Fallo “absurdo y arbitrario”

 La apelación de las partes acusadoras fue contra la decisión de los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lázzari y Christian Rabaia de condenar el 6 de febrero último a Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23) y Lucas Pertossi (24) a 15 años de cárcel como partícipes secundarios del homicidio de Fernando, a diferencia de Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (23), Matías Benicelli (23) y Luciano (21) y Ciro Pertossi (22), quienes recibieron la pena de prisión perpetua por la coautoría del asesinato cometido el 18 de enero de 2020 en la puerta del boliche "Le Brique" de Villa Gesell.

Al enumerar los motivos que fundamentan la apelación, los letrados del particular damnificado consideraron un "absurdo" o una "arbitrariedad" la sentencia "por carencia de logicidad en la fundamentación y falsa motivación en la determinación del momento en el que se verifica el dolo homicida", al igual que en la "selección y valoración de la prueba para entender como secundaria la participación de los condenados" Cinalli, Lucas Pertossi y Viollaz.

Además, motivaron el recurso en la "errónea aplicación de un precepto legal: concretamente al entender como secundaria la participación de los condenados".

En base a ello, los representantes de los particulares damnificados pidieron a Casación que revoque la sentencia dictada en esos tres casos.

Los letrados calificaron como "incoherente" la conclusión del tribunal sobre que esos tres jóvenes fueron partícipes secundarios y no autores del crimen. Sostuvieron que "sin ningún tipo de fundamento, sin exponer el iter por el que llega a una conclusión totalmente arbitraria" el Tribunal "hace coincidir la aparición del dolo homicida con el momento en que Fernando Báez Sosa queda de rodillas e indefenso en el suelo" sin "analizar si quiera mínimamente una pluralidad de indicios con los que se demuestra que el dolo homicida tuvo su génesis antes del inicio del ataque".

"En ningún momento explica el Tribunal cómo es que llega a concluir que el plan inicial incluía solamente atacar a golpes a Fernando Báez Sosa y no, como entendemos desde la acusación, causarle la muerte", añadieron los abogados.

 Cada parte, va por todo

 Los jueces de la Sala II de la Casación que revisarán el fallo condenatorio emitieron un resolutorio en el que además de confirmar la audiencia del 15 de agosto, rechazaron el planteo de ofrecimiento de prueba testimonial por parte de la defensa, al tiempo que notificó al Servicio Penitenciario Bonaerense para que articule los medios necesarios para el traslado de los imputados. Se prevé que ese día estarán cortadas las calles adyacentes a la sede judicial.

A fines de febrero pasado, los abogados de los padres de Báez Sosa apelaron ante la Casación y pidieron que los tres rugbiers condenados a 15 años de cárcel como partícipes secundarios de homicidio doblemente agravado reciban una pena de prisión perpetua como los otros cinco sentenciados.

Ese recurso de apelación fue presentado por los apoderados de los padres de Fernando Báez Sosa, Silvino Báez y María Graciela Sosa Osorio, en su carácter de particulares damnificados.

Días antes habían apelado los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García, quienes llevaron adelante la acusación ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores. Ellos también solicitaron la prisión perpetua para los ocho imputados.

En tanto, el defensor de los ocho condenados, Hugo Tomei, insistió en su apelación con distintos planteos de nulidad, pidió que se aplique la figura del "homicidio en riña" para los cinco sentenciados a prisión perpetua y la absolución para los tres que recibieron una pena de 15 años de cárcel.