El abuelito que vendía golosinas en una plaza era un pedófilo prófugo de La Plata

Alfredo Jorge Campanella alias “La Hiena” de La Plata, de 69 años, falleció este fin de semana por una afección cardíaca. Al identificarlo, los vecinos descubrieron que en realidad era un prófugo de la justicia penal de nuestra ciudad, acusado de violar y fotografiar a menores de edad en 2017. Vivió todo este tiempo con un nombre falso. 

“Leo”, con su gorra y gafas negras, era una figura familiar en una transitada esquina de Cipolletti (provincia de Río Negro), donde vendía alfajores, caramelos y otras cosas dulces. Siempre dijo ser un jubilado de un banco de Mar del Plata, que se “buscaba el mango” en la plaza. Detrás de esa apariencia bonachona, humilde y discreta se escondía un prontuario criminal aterrador. 

Campanella estaba detenido desde el 2017 con prisión preventiva, acusado por drogar y abusar sexualmente de dos nenas de 10 y 13 años en un hotel de 54, 5 y 6 en nuestra ciudad. 

Las actuaciones judiciales indican que Campanella, antes de someter a las menores, las llevaba al cine y a la República de los Niños. Se registraba en hoteles diciendo que eran sobrinas; después las violaba y fotografiaba. Se lo imputaba por abuso sexual con acceso carnal, abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores. La pena que le cabía, era de hasta 50 años de cárcel.

Su oscuro pasado fue reconstruido ayer por el Gabinete de Criminalística de Cipolletti. Los investigadores realizaron una impresión de ficha decadactilar en el hospital a través del sistema Fibios (Centro de Investigaciones Biomoleculares para reconocer un ADN). "Ahí se determinó que el NN fallecido era Campanella, la 'Hiena de La Plata'", se informó.

En la causa instruida en el fuero de 7 y 56, “La Hiena” se negó a declarar. La fiscalía le secuestró entonces varios videos, con niñas que aparecen desnudas y dormidas cerca de objetos de estimulación sexual. En el allanamiento, a Campanella se le secuestraron fotos, videocasetes, cremas íntimas, pipetas para enemas, xilocaína y objetos de estimulación sexual.

Una de las niñas, de 10 años y cuyo resultado de peritaje forense arrojó "desfloración de larga data", declaró: "Alfredo siempre nos daba de comer cosas que nos caían mal. Y nos hacía dormir". A su ex novia, la tía de las menores, el depravado la dormía con yogures y gaseosas repletos de calmantes.

Campanella, publicista y fotógrafo, residía en CABA. La detención se produjo cuando personal de la Dirección Departamental de Investigaciones La Plata (DDI) allanó una habitación del cuarto piso de un hotel ubicado en la calle 54 entre 5 y 6, donde encontró al publicista acompañado por las dos pequeñas, a las que había registrado en la conserjería como sus sobrinas.

En tanto, las dos niñas, que residían en la zona de El Jagüel, fueron trasladadas a un centro asistencial, donde los médicos constataron que presentaban lesiones provocadas por la violación. Tras su detención, fuentes allegadas a la investigación indicaron que el imputado viajaba periódicamente a La Plata y se hospedaba en distintos hoteles, acompañado de adolescentes a las que hacía pasar por familiares para evitar sospechas.

Una vez prófugo de la Justicia, nada se supo de Campañella hasta ahora, cuando murió el sábado impune bajo la apariencia de un abuelito bonachón, de gorra y lentes oscuros, que vendía golosinas en una plaza. Uno más entre tantos, que logran burlar la acción de la justicia.