Gustavo Pulti: “Mar del Plata necesita un mercado interno vigoroso“

Por Valentín Cueto

En exclusiva con Capital.24, el ex intendente de General Pueyrredón y candidato a diputado provincial de Unión por la Patria, analiza la actualidad política de la ciudad de cara a las elecciones de este año: la conformación de “Encuentro Marplatense” junto a Fernanda Raverta y el modelo de gestión que necesita Mar del Plata para volver a ser “La Feliz”.

P: ¿cómo se gestó la unidad de “encuentro marplatense” con Fernanda Raverta, quién fue su adversaria electoral en las últimas elecciones?

GP: Mar del Plata necesita que se reunan los que piensan de la misma manera sobre cómo salir adelante. Estamos los que queremos tener un país productivo, contra los que quieren un país financiero. Los que creemos que un modelo de desarrollo nacional y local tiene que tener como protagonista a los sectores medios, las pymes y los trabajadores, tenemos que juntarnos. Ese fue el norte que nos permitió generar Encuentro Marplatense y también es lo que nos permite que desde Acción Marplatense, que es un partido vecinal, apoyemos la candidatura a Presidente de Sergio Massa y la reelección del Gobernador Kicillof.

Creo que toda suma coherente de diferentes experiencias es enriquecedora, en general el resultado integral es más que la suma de las partes. Fernanda Raverta tiene una importante experiencia en la vida pública como legisladora, diputada nacional, ministra en la provincia de Buenos Aires y ahora al frente de Anses. Nosotros hemos gobernado Mar del Plata durante ocho años, hemos hecho la experiencia de crecer desde abajo en una ciudad con una población mayor a la de ocho provincias, con un partido vecinal que nunca fue neutral pero si antepuso y ordenó sus razonamientos desde el interés de los vecinos hacia arriba, nunca de arriba hacia abajo. Nunca fuimos representantes de una fuerza, sino de los marplatenses.

Esa convergencia es más que la suma de las partes y tengo mucha esperanza de que los marplatenses sientan y reciban el mensaje del Encuentro Marplatense: que a Mar del Plata le sirve un país de trabajo y producción, que no le sirve el ajuste y el achicamiento de la economía como tampoco le sirve el liderazgo ideológico de Milei, por sobre todos los sectores que representan los modelos de concentración financiera del liberalismo, llámese también Rodriguez Larreta o Bullrrich.

Creemos que es un momento en el cual esta determinación va a ser significativa para los próximos cincuenta años. Hoy curamos sin amputar, tomando la decisión de resolver el problema de la inflación trabajando y produciendo, o tomamos la decisión de amputar cortando la actividad económica, alcanzando la estabilidad pero como una paz de los cementerios y no la estabilidad como un resultado del desarrollo y el crecimiento.

P: ¿Cuál es el modelo económico que necesita Mar del Plata?

GP: El modelo de la economía nacional que le sirve a la ciudad, es el de salarios y actividad económica creciente, integración y desarrollo. El modelo de ajuste nunca le trajo resultados a la Mar del Plata. Desde el punto de vista de la gestión local, sirve priorizar los proyectos de trabajo y producción por encima de la prioridad actual, que es la política del “contragolpe”. ¿Qué hace este gobierno municipal? Se pelea con el gobierno nacional y provincial, denunciando de manera sistemática todos los planteos que se hacen de nación y provincia en lugar de plantearse la gestión estratégica del desarrollo de la ciudad.

Por ejemplo, desde Nación y provincia se determinó una política de exploración petrolera a 307 km de la costa. En menos de cuarenta y ocho horas, el gobierno municipal salió a oponerse respecto de la posibilidad de que Mar del Plata incorpore la actividad energética que tiene una gran fuerza multiplicadora y que va a traer mucho trabajo a una ciudad que históricamente lo necesita.

P: En sus recorridas se lo escucha hablar de Milei y el modelo de libre importación que también representan Larreta y Bullrrich en contraposición con el mercado interno. ¿Cómo afecta el modelo de desregulación económica a Mar del Plata?

GP: Mar del Plata, con Martinez de Hoz perdió la mitad de sus pymes. Luego de un proceso de recuperación, con las importaciones de los noventa volvió a tener una mortandad de pymes increíble y empezó a liderar los lugares de desempleo. Cada vez que Mar del Plata experimenta el modelo de libre cambio, dolarización, ajuste y los modelos nacionales de desprotección del trabajo nacional, lo paga dos veces: con desocupación propia porque tenemos mucha industria metalmecánica, maderera, textil que se ven directamente afectadas. Por ejemplo, cuando se importaron pullovers o camisetas chinas. La segunda vez que lo paga es porque esos modelos de achicamiento de la actividad productiva y de financiarización de la economía, destruyen el salario en todo el país y la gente no tiene recursos para viajar y descansar por lo que nos quedamos sin turistas.

Mar del Plata necesita un mercado interno vigoroso, no es lo mismo que se pueda producir y exportar, que una economía que desarancela, fomenta la importación y destruye la actividad económica, por eso es un termómetro del mercado interno. No es lo mismo si hay apoyo financiero para las pymes, que si están los créditos UVA, que se apoderan del salario de la gente de manera absolutamente especulativa y negativa.

P: ¿Cuál será el lugar del sindicalismo si Unión por la Patria gana la elección municipal?

GP: En primer lugar, a Mar del Plata le va bien cuando le va bien a los trabajadores. No es como otras ciudades, que a veces son ciudades de descanso de algunas elites que siempre están bien económicamente. A Mar del Plata le va bien cuando el trabajo es bien remunerado, cuando los trabajadores tienen oportunidades de progresar y descansar. En ese sentido, hay un primer aspecto fundamental: los sindicatos defienden el ingreso de los trabajadores y necesitamos trabajadores con buenos ingresos.

Por otro lado, las organizaciones gremiales han hecho enormes inversiones en la ciudad, particularmente en la hotelería. La enorme cantidad de hoteles gremiales, que hicieron las obras, que dieron trabajo y que traen trabajadores todo el año, como también a sus jubilados.

Por esto, la relación de los intereses de Mar del Plata con el gremialismo es fundamental, más allá de las perspectivas ideológicas que pueda tener cada uno, es innegable que si a la ciudad se le resta la enorme actividad gremial, la hotelería y la presencia de los trabajadores de todas las provincias del país, pierde mucho. Por eso la ciudad es un símbolo del mercado interno argentino y una expresión principal de lo que tiene que ser una política de defensa del ingreso de los trabajadores en toda la argentina y como también de las pymes.

P: Tanto usted, como el candidato de UP en La Plata, Julio Alak, han sido intendentes en un momento previo a la exposición de las redes sociales.¿Hay una diferencia entre aquella política del mano a mano con los vecinos y las nuevas formas de comunicación política?

GP: En primer lugar, no quiero dejar pasar la oportunidad de decirte que desde mi opinión, Julio Alak fue uno de los grandes gestores de la historia contemporánea de La Plata. Ha sido un enorme intendente, un referente y una persona de consulta de quienes hemos avanzado en la gestión local. Alak es una referencia y toda su experiencia y conocimiento fue muy útil.

Es un experto en la gestión local, difícilmente reemplazable por la política del twitter. Es gestión pura y dura, gestión y soluciones. No es un gambeteador de redes. Por otro lado, es cierto que formamos parte de un modelo político que antepuso siempre el contacto directo y la relación con el vecino por encima de la conveniencia política, porque cuando hubo problemas siempre fue importante estar y a él y a nosotros nos ha gustado estar cerca de los vecinos con y sin problemas.

Nos gusta hacer cosas que se tocan, que uno pueda apoyar las manos en las obras y ver que están ahí. A veces, de las generaciones más recientes, especialmente en el mundo de Juntos, uno intenta tocar la obra y no la encuentra, porque no está. Hay muchas palabras, muchas agresiones y violencia verbal y pocas ejecuciones materiales. En la Plata y en Mar del Plata tenemos el orgullo de tener una gestión de obras que se pueden tocar.