Emergencia alimentaria: referente de un importante comedor de Tolosa pide donaciones

Está ubicado en 522 y 118. Todos los sábados elaboran viandas para asistir a más de 130 personas. Capital 24 dialogó a fondo con Carolina, la responsable del lugar, quien nos contó que necesitan de la colaboración para poder ayudar a los que menos tienen.

Región01 de agosto de 2024
14 a

La emergencia alimentaria golpea fuerte a los distintos barrios de la ciudad. El comedor “Por los derechos sociales de los niños”, está a cargo de Carolina Beatriz Carlor. Fue fundado  en el año 2002 con Personería Jurídica N° 24.564 y legajo 114/545 y está ubicado en  522 y 118 N° 215.

 

Los comienzos

 

“Arrancamos en el año 2022, iniciamos el comedor jurídicamente en ese entonces pero el comedor existe desde el año 1990, cuando lo funda mi mamá, Hilda Beatriz Canale, conocida en el barrio como “Muñeca” de la mano de Enrique Cano, que era diputado provincial”, le cuenta Carolina a este medio.

Asimismo destaca que “desde el año 2002 hasta el 2021, también cuando empezó la gestión de (el presidente de la Nación, Mauricio) Macri y (la gobernadora bonaerense, María Eugenia) Vidal, donde además nos atravesó la pandemia y era difícil conseguir donaciones porque la gente solo tenía para comer, así que el comedor estuvo cerrado por falta de balance”.

Cuenta que después de la pandemia les fue muy difícil volver: “Fue complicado durante los ocho años de (el intendente Julio) Garro porque pertenecíamos a la línea política del peronismo. En distintas oportunidades me dijeron que no íbamos a recibir ayuda del Estado, así que tuvimos que cerrarlo dos años”.

Carolina remarca, además, que “ahora, hace un mes, viendo la necesidad de la gente que  me empezaron a decir que hiciéramos marchas y yo les dije que no consideraba hacer una marcha por un poco de mercadería a la cual podíamos conseguir como consideráramos”.

 

Cómo subsiste

 

El comedor funciona todos los sábados. Y según le relata Carolina a este medio, “este último sábado (en referencia al 27 de julio) se dieron 42 viandas para 133 personas, no solo la ayuda nace de nosotros sino que tenemos comerciantes, una panadería que nos dona el pan y es toda gente conocida nuestra, talleres mecánicos, y carnicerías que nos donan la carne”. 

“Y cuando no conseguimos que nos donen carne, sale del bolsillo de mi mamá, mía, de mi esposo o de alguno de mis hijos”, comenta Carolina.

A su vez, señala que “hay puesteros de verdura que me donan mercadería y no quieren ser nombrados y lo hacen porque saben que es para un fin común. Recibimos también por tres personas del Mercado Regional que pertenecen a la cuadrilla de Cargas y Descargas que sons Nicolás Espinoza, Ariel Fredes y Marcelo Barone”.

 

La tristeza

 

A pesar del esfuerzo inmenso que hacen, Carolina le relata a Capital 24 que “nos sentimos mal porque sinceramente uno trabaja para ayudar y no ganar ranking político, porque todos tenemos trabajo gracias a Dios, no tenemos para tirar manteca al techo pero vivimos, no necesitamos ayuda”. 

Y continúa: “cuando le propuse esto a mi marido, estaban mi tía y mi mamá al lado, una tiene  69 y la otra 73 años y me dijeron ‘yo te ayudo’. Así que la primera palabra que me salió decirle a mi marido fue que era una necesidad que tenía y una nueva batalla contra el hambre, que me daba tristeza mi barrio, mi país. Que hoy tengamos un Estado tan ausente, la gente de este barrio está necesitando comida, zapatillas, ropa”.

Con la voz entrecortada relata que hace unos días “a una mamá le dije ‘¿en esta ollita vas a llevar para los diez nenes que tenés’?, y me dijo ‘no importa, mientras coman los más chicos, los más grandes se la bancarán, yo con un mate paso’. Se me llenó la cabeza de preguntas, y me preguntó cómo hace esa mamá”.

 

Cómo colaborar

 

Carolina expresa a este medio que cuentan con cocina, gas y ollas. “Sí necesitamos carne, pollo, leche en polvo, fideos secos, puré de tomate, azúcar, aceite, todo alimento que sea para cocinar los sábados bienvenido sea. Todo aquel que tenga una frazada, un pullover, un par de zapatillas, todo lo que no use, lo puede donar. Se pueden comunicar a mi celular que es (221) 673-0768”.

Agrega que “hay muchos corazones de los argentinos que están preparados para hacer este mismo gesto que estoy haciendo yo. Se nota día a día cuando en los medios alguien sale pidiendo una colaboración y enseguida están colaborando. Nosotros no queremos recibir plata, buscamos la asistencia social, todo lo que sea para comestibles”

“Antes los nenes venían a comer al comedor, y después empezamos a sentir que estábamos cortando un rol muy importante que es el vínculo familiar. Vos quitándole al chico el sentarse a la mesa y comer con los papás estás cortando un vínculo y nuestra intención no es por no lavar un plato ni por molestia”, explica. 

En ese sentido, destaca que “Evita decía que ‘el que mucho tenía, tenía que mirar para los costados y tratar de buscar un bien’. El bien nuestro es mirar para los costados y que la gente pueda llevar el plato de comida a la casa y sentir que siguen siendo dignos en eso ya que el Gobierno les cortó la piernas en todo sentido”.

Comenta, además: “le queremos pedir a este Municipio que lleguen hasta mi domicilio un sábado, que vean que esto existe y que vean la forma porque entendemos que ellos están desentendidos de lo que se hace acá. El comedor funciona todos los sábados y entregamos 18:30 la comida por el tema del frío porque recibimos a mucha gente del barrio “El Mercadito”, “El Churrasco”, “La Bajada” y “La Unión”. También nosotros tenemos varias notas entregadas de la famosa Escuela 124 que funcionó como Centro de Evacuación en su momento, después a la Escuela la llevaron a 524 y 120 y ahí nosotros asistimos a nueve familias que están viviendo en los salones. Nunca se logró hacer nada porque con un Estado ausente es difícil. Nos gustaría que esto llegue a todos lados”.

Por último, con angustia, expresa: “Siento que el Gobierno le cerró los grifos a la gente y al trabajador porque hoy ya no hay ni clase alta ni clase media ni clase baja. La tristeza que sentimos mirando a los ojos a la gente es enorme, sentir que pueden pensar ‘a lo que llegué, a tener que mendigar un plato de comida’, que la gente se sienta así. Vamos a seguir luchando por esto, si hay algo que soy es Capricorniana y dura, no importa lo que tenga que salir todos los sábados de mi bolsillo, pero lo voy a seguir haciendo”. 

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