Robo en una fiambrería de 45 entre 11 y 12

En declaraciones a distintos medios, la directora de la institución educativa, Sandra Peralta, específicó que por esta situación suspendieron las clases en la jornada del jueves y solicitaron patrullaje policial durante el día viernes (30 de agosto). Al radicar la denuncia en sede policial, cuatro jóvenes fueron demorados por arrojar grandes pedazos de piedras y romper las ventanas del jardín de infantes. 

Son tres menores de 16 años y uno de diez que ingresan a diario a esa obra de un edificio abandonado a mitad de cuadra. La fiscalía los mantuvo demorados hasta que fueron retirados por personal del área de Niñez y Adolescencia. 

“Nos asustamos mucho por la situación, pero no es la primera vez que sucede. En otras ocasiones ya habían robado mochilas y celulares a estudiantes”, alertó en sus declaraciones la referente del colegio.

A raíz de esta situación, también se conocieron distintos hechos de inseguridad en la zona, como ser robos a comercios. “Todos sabemos quiénes son, la policía también”, dijo a este medio un empleado de un negocio de venta de elementos informáticos de la cuadra. Muchos de los propietarios y comerciantes piensan en la posibilidad de colocar rejas para evitar que les rompan sus vidrios y se lleven la mercadería.

En diálogo con Capital 24, una empleada de una fiambrería ubicada en calle 45 entre 11 y 12, relató que el lunes pasado, al momento de abrir el lugar, se encontró con el vidrio completamente estallado y llamó a su jefe. Luego de realizar la denuncia en la Comisaría Primera (53 entre 9 y 10), constataron que los delincuentes se llevaron cuatro botellas de Fernet, dos de Gin tonic y el dinero de la caja. “No se llevaron más cosas porque un sereno del edificio de al lado escuchó el estallido del vidrio y salió. La mayoría de los vecinos estamos muy preocupados”, agregó la mujer. 

A media mañana recién, pudieron abrir sus puertas para no perder el día de trabajo luego de recorrer la zona en búsqueda de pallets de madera que les permitieron tapar de manera provisoria lo dañado por los delincuentes.

“Poner rejas, reparar esto, todo sale muchísimo dinero para el dueño”, concluyó la empleada del local.