José Lugones: el platense que bailó con la mujer de Obama y sigue dando vueltas por el mundo

Ahora despliega su arte en Finlandia, en un crucero

Actualidad 26 de octubre de 2023
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Participó en Got Talent Argentina. También en un reality de baile en Lituania. Sacó a bailar a Michelle Obama -cuando estuvo en nuestro país junto a su esposo y presidente de los Estados Unidos, Barack Obama-; y ahora viaja por el mundo haciendo lo que más le gusta. Capital 24 se entrevistó con él en exclusiva: su gran historia de vida.

 

 

José Lugones tiene 40 años. Nació en La Plata. Tiene cuatro hermanos. Estudió la Primaria en la Escuela N° 89 y el secundario en el Comercial San Martín. Si bien confiesa que intentó comenzar algunas carreras universitarias, afirma: “Me terminé volcando al tango, la artística que llevo ahora”.

 

- ¿Cuándo empezaste a bailar y por qué? ¿Cómo surgió tu interés por la danza?

 

- Fue desde chico, en la escuela primaria. Teníamos una maestra tucumana, Noemí Cabrera, que nos incentivó porque éramos un grupo, incluido mi hermano Pablo, mi gemelo, y ahí empezamos a tener el primer acercamiento con las danzas folclóricas. Nos preparaban para los actos y para las cosas que suceden en la escuela primaria y además, teníamos viajes que eran encuentros intercolegiales de diferentes disciplinas y entre ellas  estaba la de danza folclórica. Ese grupo que se armó en la primaria creció y se empezó a transformar en un grupo particular: nos juntábamos en el Club Dardo Rocha de La Plata y ahí, con distintos profesores fui creciendo, tomándomelo cada vez con más profesionalidad hasta empezar a competir en certámenes nacionales, en Tandil, Córdoba y Rosario. Así fue surgiendo mi interés por la danza folclórica en ese momento: en mi casa también se escuchaba mucho folclore, mi abuelo recitaba versos criollos. 

 

- ¿Cómo fue tu experiencia profesional en la carrera profesional de baile en La Plata y luego en Capital?

 

- Fue en el grupo que se llamaba “Lugares de tradición” que se formó en principio en la escuela primaria, que se formó extra escolarmente, y después me empecé a profesionalizar cuando comencé la carrera de Danzas Contemporáneas. Ahí empecé a tener un acercamiento más profesional en la vida del bailarín y del artista: adquirí otras técnicas y otros conocimientos. Ahí, ya más grande, la danza comenzó a volverse una profesión, una pasión y un estilo de vida. Mis primeros acercamientos con el tango fueron en La Plata con diferentes profesores hasta que hace más de 20 años era siempre más conveniente irse a Capital Federal por la “movida cultural” del tango que había. En un momento tuve que mudarme a Capital para poder seguir creciendo en el tango, que es a lo que me dedico en la actualidad. Pude invertir un dinero que tenía ahorrado en clases y al poco tiempo ya estaba empezando a trabajar en lugares relacionados con el turismo como cena-show. Sobre esa base fui creciendo, ir trabajando con colegas y profesionales que fue donde más aprendí. 

 

- Estuviste en Got Talent Argentina. ¿Cómo lo viviste?

 

- Sí, estuve junto a Ayelén Álvarez Miño, quien es mi compañera de baile de estos últimos años, de la pandemia a esta parte. Fue una experiencia increíble. Habíamos participado también en un reality de baile el año pasado para Lituania y fue una experiencia muy enriquecedora y productiva, es un formato de reality que seguramente se haga para otros países de Europa y estamos convocados para volver a participar. Pero Got Talent tenía lo particular de que se transmitía en la Argentina y fue muy importante tener la posibilidad de que mucha gente vea lo que hago, y tuvimos la suerte de clasificar y pasar a diferentes etapas. Las repercusiones que traen estos programas tan masivos también se agradecen, para mí esta nota que es para la ciudad de La Plata es muy importante. 

 

- Bailaste con la mujer de Obama. ¿Cómo fue eso?

 

- Fue cuando Barack Obama era presidente de Estados Unidos, hizo su primera visita oficial a la Argentina acompañado de Michelle y en ese momento yo era compañero de baile de Mora Godoy, una de las más reconocidas de la Argentina y nos convocaron para hacer un pequeño agasajo o exhibición de tango en una cena que se les ofrecía en el Centro Cultural Kirchner. Teníamos que bailar dos temas enfrente de la mesa presidencial donde estaba Mauricio Macri con su esposa Juliana Awada, la vicepresidenta y demás ministros. Bailamos y cuando termina el segundo tema comienza una música de fondo que era “Por una cabeza” y ahí Mora lo invita a Obama con su mano a ver si se animaba a bailar: él se levantó a bailar y yo saqué a bailar a Michelle. Todo eso estaba fuera del protocolo que habíamos recibido, pero ellos accedieron naturalmente y sin ningún tipo de problema, bailamos. 

 

- ¿Cómo te encuentra a nivel profesional este 2023? 

 

- Creo que superó mis expectativas. Cuando comencé a dedicarme a la danza tenía aspiraciones más cortas y la duda de saber si siendo artista iba a poder vivir en un país tan complicado como el nuestro. Sigo con sueños, estoy trabajando para cumplirlos, uno de ellos es tener mi propio espectáculo de mi propia compañía y lo planeo para el 2024. En 2022 presenté mi propio espectáculo en Capital Federal y quiero volver a presentar esa obra y posiblemente en La Plata, que sería un hermoso sueño.

 

- ¿Soñaste con todo lo que sos hoy y hasta dónde has llegado?

 

- De la pandemia a esta parte pude volver a mi actividad casi a ritmo normal. A mí me tocó vivir la pandemia antes de los argentinos porque el primero de enero del 2020 yo llegaba a Shangai en China y tenía pensado quedarme ahí tres meses pero me tuve que volver a la Argentina. Todo eso fue muy difícil y traumático para los artistas. Ahora estoy en Finlandia, en un crucero, que todos los días viaja a Estocolmo, en Suecia, y al otro día vuelve a Finlandia. Estoy con una compañía realizando un show de tango con una gira que sigue por Rusia y China hasta mediados de enero.

 

- ¿Que podrías decirles a los lectores del diario Capital 24 que dicen "mi sueño es bailar y no me animo"? 

 

- Les diría que los sueños no se deben abandonar nunca. Cualquier mínimo paso, que los acerque más a lo que uno los motive o a lo que a uno lo hace tener esperanzas. Eso no se abandona nunca: es más importante tener el sueño o la ilusión, más allá de que algún día se pueda concretar o no. Tener el sueño y la convicción es un gran paso y no abandonarlo nunca ya es el segundo gran paso. 

 

- ¿A quienes les agradecés por apoyarte en tu carrera y en cuáles bailarines te inspiraste?

 

- A mi familia: sin el apoyo de ellos, mi papá Liliana y mi papá José María, no podría ser quien soy ni dedicarme a lo que me dedico. Y por otra parte siempre me he inspirado mucho en gente más cercana, en personas a las que veo con cotidianidad y que me generan admiración. Cuando decidí irme a Capital, quien más me inspiraba era mi hermano Pablo Lugones, que él es bailarín de danza contemporánea y actor y ya trabajaba en teatros y en obras. Me ayudó a mí a que yo podía confiar. Hoy en día me inspiro mucho en mis colegas con los que he trabajado. 

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