El dirigente gremial Juan Carlos Berón volvió a manejar su taxi: “Soy muy feliz”

El secretario general del Sindicato Unión Conductores de Taxímetros de La Plata dialogó con Capital 24 en una charla profunda en la que contó que, debido a la situación del país, volvió a sus orígenes: conducir el taxi con el que comenzó allá en 1995

Región02 de noviembre de 2024
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Es el secretario general del Sindicato Unión Conductores de Taxímetros de La Plata. Además, es secretario adjunto de la Federación Nacional de Taxistas que conduce José Ibarra y también tiene un cargo en la CGT Regional La Plata y en las 62 organizaciones peronistas Regional La Plata.

Debido a la situación económica del país, volvió a subirse a su taxi. Disco 1639. “Yo como taxista soy muy feliz”, le cuenta a Capital 24 y repasa su historia.

 

Los comienzos

 

“En el año ’95 empecé a manejar el taxi cuando se privatizó YPF, yo estuve en la marina mercante, fui marino mercante en los barcos de YPF, después pasé al Puerto La Plata, fui delegado en el puerto y cuando (el en ese momento presidente de la Nación, Carlos) Menem privatiza todo, yo tomé el retiro voluntario y me fui: un error terrible mío pero en ese momento nos asustaron y decían que al que no se iba lo iban a echar y no le iban a pagar nada”, comienza contándole a este medio Juan Carlos Berón.

Agrega que “con el retiro voluntario me hice mi casa y empecé a trabajar de chofer de taxi: un amigo mío, Rubén Seoane, tenía tres taxis y él me dio trabajo en el taxi de él que era un Renault 12, Disco 577. Y ahí empecé a trabajar como taxista, donde tenía muchos amigos y conocidos y tenía experiencia gremial por haber trabajado en el Puerto La Plata  y me ofrecieron integrar la Comisión Directiva del sindicato y había elecciones”. 

Seguidamente, cuenta: “Y yo, con la experiencia gremial que tenía del puerto, de luchas, de discusiones, de peleas, de llevar adelante un enfrentamiento entre los trabajadores y quienes manejaban el puerto, estaba un poco cansado. Ellos me propusieron ser parte y les pregunté si podía ser parte de la Secretaría General, pensando que me iban a decir que no. A la semana me llamaron y me propusieron ser el Secretario General del gremio y la comisión directiva estaba integrada por Omar Paz, Pablo Parente y Omar Maturana, tres compañeros impecables a quienes les tengo mucho cariño”.

 

La Secretaría General

 

Berón comenta que “en mayo de 2001 asumí como Secretario General, en esos meses fue cuando (el presidente de la Nación, el radical Fernando) De la Rúa se fue en helicóptero. Agarramos un gremio destruido, ni muebles había, lo tuvimos que ir acomodando. Yo siempre seguía trabajando como chofer de taxi hasta que un día tuve la oportunidad que un amigo mío que vivía en España, un ex boxeador en mi época de boxeo, me dijo ¿no te gustaría comprarte un taxi? Y él dijo ‘yo te la doy la plata, si algún día me la podés devolver, me la devolvés’. Acepté que él me preste el dinero y se lo fui devolviendo de a poco. Así me compre el taxi, Disco 1639. 

“Siempre seguí trabajando, después surgió la posibilidad de que ponga un chofer y así transcurrían los años y mi vida”, destacó el referente sindical platense.

Cuenta que le gustaba mucho el tema del gremialismo y “cada tanto salía trabajar en el taxi. Y después me pasaba que no tenía para hacer la habilitación del auto hasta que el año pasado pude hacer la mejora de servicio y ahorrando mucho pude comprar un Volkswagen modelo 2017 y ahí empecé a trabajar nuevamente en el taxi”.

 

Volver a los orígenes

 

“Trabajar en el taxi para mí siempre fue un placer, porque trabajar es tener dignidad. Cuando me quedé sin trabajo en el puerto sentía mucha impotencia, tristeza, no poder mantener a mi familia”, le comenta a este medio.

Y agrega: “El año pasado empecé a trabajar nuevamente, y si bien conozco a la mayoría de los taxistas, me da tanta alegría cuando me empezaron a ver en las paradas y me invitan a las paradas, me abrazan, me saludan, me cuentan sus problemas. Estar al lado de los taxistas en esta terrible situación económica que atraviesa el país, me gusta estar al lado de ellos”. 

“El taxista vive el día a día y darle un bolsón de mercadería mensual o cada quince días, es un montón y te lo agradecen tanto. Hay también algunas empresas y comercios que siempre nos ayudan, yo muestro que lo que ellos me dan, se lo doy a los taxistas”, sostiene.

Orgulloso, Berón remarca que “hace unos meses que empecé a trabajar como taxista nuevamente, me encanta estar en el gremio como Secretario General y también trabajar como taxista. Trabajo porque lo necesito, y me hace bien porque gano dinero, estoy en contacto con compañeros”. 

A su vez manifiesta que “mi historia es que yo, realmente, trabajando, soy feliz y cada tanto me vengo un rato al gremio y en los momentos libres me voy a trabajar en el taxi porque necesito hacerlo para poder comer, para vivir, para poder pagar la luz, el gas, el celular”. 

“Yo tengo la suerte de que soy dueño, lamentablemente muchos compañeros son choferes y lógicamente que ganan muchísimo menos, por eso yo estoy con ellos, los acompaño, y trato de ayudarlos en todo lo que más puedo porque cuando un taxista está triste o no le alcanza para comer, tratamos de darle una mano”, explica. 

También, destaca que “hay un despacho de pan al que siempre les sobra pan, me lo ponen en bolsitas de cuarto kilo, yo lo pongo en el baúl  y los reparto en las paradas de taxis entre los compañeros que necesitan, aunque a algunos les da vergüenza”. 

“Muchas veces me han dicho con lágrimas en los ojos: ‘a mí me gustaría vivir de mi trabajo y no que me estén regalando mercadería’ y hoy por hoy la mayoría de los choferes no lo pueden hacer”, concluye Berón.

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