"Llevaré su nombre": ser una hija "desobediente"

Por Florencia Belén Mogno.

Una infancia alegre; un padre afectuoso y compañero. Sin embargo, un día la verdad y un pasado atroz y oculto salen a luz y todo de pronto se derrumban así la familia y la vida como tal se transforman y ya nada vuelve a ser igual. 

Esa fue la sucesión de hechos que, casi de un momento a otro, ocurrieron en la vida y la historia de la docente y psicóloga. Analía Kalinec. Su apellido está cargado por un peso difícil de llevar; su padre es el ex policía condenado por crímenes de lesa humanidad, Eduardo Kalinek, también conocido como "Dr. K".

Grupo Mediatres tuvo la oportunidad de dialogar con Analía para conocer más detalles acerca de su libro titulado "Llevaré su nombre". A través de las páginas, la autora brinda un relato en profundidad acerca de su historia y de cómo el hecho de "romper" el mandato familiar de callar la verdad la llevó a convertirse en una "hija desobediente".

Dar luz a la verdad

En diálogo con este medio, Analía se refirió a la cómo fue que tuvo lugar la idea de realizar el libro con lo que ello implicaba para ella sumado al hecho de exponer su historia personal y familiar.

Al respecto, la entrevistada también habló sobre lo que significó para ella, en su momento el haber descubierto la historia y el pasado oculto que tenía su padre, como así también la decisión que tomó de no callar ante esta verdad que se manifestaba ante sus ojos.  

"El libro se empezó a escribir casi sin pensarlo como libro, sino más a modo de diario íntimo; son 20 años de escritura y es un libro escrito en tiempo real", explicó la autora.

En cuanto al "paso a paso" para concretar su libro, Analía debió aventurarse en un trabajo de investigación profunda. En ese sentido, una de los momentos claves fue cuando empezó a bucear e inspeccionar entre sus recuerdos y su historia de vida. 

En ese sentido, la escritora detalló que "iba recopilando, en principio de manera miy íntima, mis vivencias y mi historia que empezaba a contar pensando el día en que tuviera hijos".

Una verdad individual y colectiva  

"Llevaré su nombre" no es un simple libro en la vida de Analía Kalinec. Esta obra fue un instrumento para atravesar el dolor que fue para ella descubrir la verdad sobre su padre. Ya no era solamente ese papá afectuoso de su infancia, había un pasado siniestro que se escondía detrás.

Asimismo, el libro, a través del relato de Analía, también refiere y ofrece una comprensión del contexto sociopolítico de su entorno, particularmente al período de la última dictadura que tuvo lugar en la Argentina entre 1976 y 1983.

"En ese ir contando aparece la figura de mi papá preso; aparece el empezar a entender lo que había sucedido en la Argentina", manifestó y remarcó la autora de "Llevaré su nombre".

En tanto la docente y también psicóloga reflexionó sobre las implicancias que tuvo para su vida personal la realización del libro y así subrayó que "también aparece el asumir la condición de padre genocida con todos los miedos, las inseguridades y contradicciones".

Un pasado que se revela 

La decisión de llevar adelante la realización del libro tuvo sus costos para Analía, le tocó asumir que su padre no era como ella creía y a su vez, el vínculo que mantenía con él también se transformó a partir del momento en el que descubrió el pasado que él tenía. Una verdad salía a la luz y también una familia se rompía. 

En este punto, la entrevistada recordó cómo era su relación con su padre antes de conocer la historia oculta de éste y afirmó: "Yo ignoraba este pasado y tenía una relación de mucha cercanía con mi papá y de mucho cariño".

En ese sentido, Analía recordó lo que fue para ella el descubrir la verdad y relató que "el primer cimbronazo fue cuando él queda detenido. Yo tenía 25 años y jamás había vinculado a mi papá con la dictadura y no tenía mucha idea de lo que había sido la dictadura; yo nací en 1979 y crecí en años de impunidad donde esto no se hablaba". 

Al principio y ante el desconcierto que la situación le generaba, la docente pensó que lo que había descubierto en relación a la historia de su padre se trataba de un error que se "habían equivocado"

Sin embargo, la duda se instaló en su ser. Tiempo después, Analía decidió investigar e interiorizarse sobre el tema de la dictadura. En 2008, la causa que involucraba a Eduardo Kalinec se elevó a juicio oral y allí, Analía pudo leer los testimonios de quienes habían resultado víctimas de su padre.

"Ese fue el punto de quiebre y el momento donde lo interpelo frente a la culpa que  me generaba dudar de él. Fue un momento de mucha angustia, donde apareció el enojo familiar, el reproche por no estar apoyando a mi papá, y eso se fue  trasladando a una condición emocional de mucha vulnerabilidad", recordó Kalinec

El precio de ser una "desobediente"

En 2010 Eduardo Kalinec recibió prisión perpetua y fue condenado por los crímenes que cometió en el denominado Circuito ABO (centros clandestinos Atlético, Banco y Olimpo) que operaron entre 1976 y 1979.

Tanto durante el desarrollo como tras la finalización del juicio, Analía Kalinec continuó con el proceso de realización de su libro respecto sobre lo cual afirmó y subrayó que "la decisión fue personal y política también".

Sin embargo, la decisión de Analía de "romper" el silencio tras la verdad sobre su padre le trajo otras batallas para librar. Desde el 2015 y hasta la actualidad atraviesa por un proceso judicial con su padre y dos de sus hermanas quienes la denunciaron por "indigna" para evitar que ella pueda heredar a su madre, quien falleció en 2015.

Por otra parte, en el camino que emprendió luego de que la verdad saliera a la luz, la psicóloga pudo conocer a otros/as familiares de ex represores de la última dictadura argentina

De esta manera, Analía y estos/as familiares se unieron para dar vida al colectivo llamado Historias Desobedientes, que se caracteriza por llevar adelante diversas acciones como por ejemplo la presentación de un proyecto de Ley para que "se modifiquen los artículos del Código Penal que prohíben que los hijos puedan testificar en contra de sus padres".

En esa línea y a modo de conclusión, la entrevistada reflexionó sobre el mensaje que busca lograr que transmita el libro y así sostuvo que "es una reivindicación de la palabra y a mi la palabra me ayudó a decir, exteriorizar y es la palabra como herramienta de deliberación y de sanación".

Fuentes fotografías: lavaca.org.ar