“La tercera cita más larga”: ¿Te imaginás quedar varado por la Pandemia con alguien que recién conocés?

Por Florencia Mascioli, de la Redacción de Capital 24

La pandemia del coronavirus nos cambió la vida a todos, de una u otra forma. Pero que te sorprenda teniendo una cita en otro país con una persona que apenas conocés, debe ser una de las experiencias más complejas de atravesar. O tal vez no. 

Eso fue lo que le sucedió a Matt y a Khani quienes, viviendo en Estados Unidos y tras haberse conocido por la app de citas “Hinge”, deciden que la tercera iba a ser en otro lugar del mundo. Costa Rica fue el lugar elegido al que emprendieron viaje, sin titubear: ahí comenzaría la aventura.

Aunque la idea principal era quedarse solamente cinco días en ese país y disfrutar de las playas paradisíacas y de una especie de luna de miel, la situación se les fue de las manos cuando al cuarto día les informaron, por mail, que su vuelo había sido cancelado. ¿La razón? Nada más y nada menos que el comienzo del confinamiento por la pandemia del coronavirus que los había agarrado juntos y lejos de su Nueva York. Qué es impresionante es cómo un “match” y una “carita feliz” puede cambiarlo todo, incluso, los planes mejores armados –y los más aventureros-. 

Desde la primera cita, Matt decidió documentar todo, cada trago que bebían en sus citas, cada comida que probaban, incluso los pequeños momentos que compartían juntos. Ella quería algo sin compromisos y él, una compañera de viajes. ¿Qué podía salir mal? 

A partir del quinto día en Costa Rica, en un hotel maravilloso, se enteraron de que nadie podía entrar ni salir del país: las fronteras iban a estar cerradas quién sabe durante cuánto tiempo. Lo interesante de todo esto es que como él se dedicaba a fotografiar absolutamente todo y a eternizar cada momento que compartían, todo eso fue la prueba viviente de la experiencia que les tocó atravesar juntos. 

La película muestra momentos e instantes reales que vivieron durante la llegada al aeropuerto y durante su día a día en Costa Rica, grabados por Matt, aunque a ella a veces esa actitud le molestara. Él quería ser influencer y qué mejor manera de ponerlo en práctica en esta grandiosa aventura. 

Los días pasaban y la espera para regresar a Estados Unidos se hacía cada vez más larga: a medida que compartían tiempo juntos, ya no tenían ropa limpia ni tema de conversación. Pero igual debían seguir “sobrellevando” esta situación, saliendo de sus zonas de confort y sin saber cuándo iban a poder volver a su país. 

De un momento a otro, por prevención durante el confinamiento, las autoridades habían “cerrado” las playas, por lo que estar en el hotel era el único plan. Poco a poco, el vínculo que habían empezado a mantener iba ganando confianza porque quedaron solos, sin otros huéspedes y mirándose la cara las 24 horas del día, casi sin poder elegir no emitir palabras. Aunque la pileta, la barra de tragos y el calor, hicieron más ameno ese “encierro”. 

Cuando el hotel también decidió cerrar sus puertas, debieron trasladarse a Montezuma y buscar otro alojamiento. “No podíamos salir, ahí viviríamos”, cuenta ella en una parte de la película. Y claro: como sucedió en todo el mundo, solo podían salir para ir al supermercado, al hospital o a la farmacia. “Era como vivir juntos. Él ya me había visto empapada de sudor y sin maquillaje”, reconoció Khani aunque agregó que para ella, “era una experiencia memorable con un chico divertido”.

Las semanas iban transcurriendo y ninguno de los dos sabía cuándo iban a habilitar los vuelos para regresar a Nueva York. La cuarentena con alguien a quien no conocés, puede ser algo divertido y un completo desafío que vale la pena ver en esta película.