Es mamá soltera y vendió su auto para poner un kiosco: “Quiero que no le falte el plato de comida a mi hijo”

Adriana Suárez tiene 27 años. Es mamá de Valentino, de dos años. Vive sola con su hijo, alquila y hace unos días realizó una publicación en un grupo de Facebook que tuvo mucha repercusión.

“No sé si está bien o está mal, pero en fin, si esto funciona, me va a ayudar. Soy madre soltera, hace unos meses abrí un kiosco/almacén en calle 12 y 520 (La Plata), con el fin de poder estar más tiempo con mi hijo y poder criarlo yo”, comienza diciendo la publicación.

Además, agrega: “Sé que está muy difícil la cosa pero si pasas por acá, un mínimo de compra a mi me re ayuda, hago un descuento del 10% si me decís que viste mi publicación acá”.

Mamá todo terreno

En diálogo con Capital 24, Adriana Suárez contó su historia. “Decidí abrir el kiosco para poder pasar más tiempo con mi hijo, ya que cuando tenía tres meses yo tuve que volver a trabajar, pasaba mucho tiempo fuera de mi casa y él pasaba de niñera a niñera, porque siempre sucede eso cuando no tenés a alguien que te ayude”, recordó. 

Luego, agrega: “Pero mi mamá y mi hermana viven lejos, a veces una niñera te falla y tenés que buscar más personas para poder salir a trabajar”.

Para eso, tuvo que vender su auto: “Me costó, tuve mucho miedo de que me vaya mal, tengo miedo todavía, el miedo siempre está pero a veces uno hace las cosas con miedo, igual. Me incentivó mucho un amigo mío, Gastón, que me ayudó, me aconsejó, me dijo ‘dale para adelante, hacelo, vas a ver que vas a estar mejor, que el negocio va a funcionar’. El empujoncito me lo dio él y toda la gente a mi alrededor siempre apoyándome, amigos, familia”.

Madre soltera (y trabajadora)

Con la voz entrecortada, Adriana le relata a este diario: “Mi vida, siendo madre soltera, cuesta, pero uno trata siempre salir adelante por sus hijos. Tengo el gran ejemplo de mi madre que nos crió sola y siempre la luchó y siempre trató de darnos lo que podía: yo hago exactamente lo mismo con Valen, obviamente que quisiera darle todo pero a veces no se puede”.

Además, nos cuenta que “no es fácil porque tener un negocio y un hijo a la vez es muy complicado, él no estaba acostumbrado a estar acá, ahora él abre la puerta cuando viene alguien, lo toma como un juego, le gusta estar acá y a veces también se aburre porque es un niño, tiene juguetes, bailamos, nos divertimos, tratamos de que las horas pasen y no esté tan aburrido. Es una lucha constante”.

“Como mamá me siento orgullosa, hago lo que puedo, siempre lo digo y obvio que todo el esfuerzo lo hago para él, para poder salir adelante y que a él no le falte el plato de comida, poder criarlo y estar presente como mamá, que es lo más lindo que te puede pasar en la vida”, destaca Adriana. 

Luego, remarca que “no todo pasa como uno quiere pero la vida es así, y hay que seguir y lucharla, siempre tratando de ser positiva y de darle para adelante aunque a veces parezca que estamos remando en dulce de leche”.

La repercusión

Para darle un empuje a su negocio, no dudó en compartir su nuevo proyecto en las redes sociales: “La publicación que hice tuvo mucha repercusión, mucha gente compartió, muchas personas me escribieron, me mandaron fuerzas. Hay gente que se acerca a comprarme y después de que le cobré, me dicen que vieron mi publicación, que siga adelante. Estoy sorprendida porque es muy loco todo lo que está pasando, y feliz a la vez, porque están levantando un poco las ventas y es lo que uno quiere como comerciante”.

Por último, agrega: “Me siento bien, obviamente que a veces es frustrante, uno no puede dejar de ser mamá, y al ser soltera te tenés que levantar igual, incluso no nos podemos enfermar porque no tenemos quién haga las cosas por nosotras. No es fácil pero no es imposible. Siempre laburando y haciendo las cosas bien, todo se puede y sé que todo tiene sus frutos. Lo que siembra, cosecha”.

A los lectores

Con esfuerzo, orgullo y empatía, Adriana relata: “Si alguien me está leyendo, yo no pido una ayuda económica de nadie, lo único que pido es que se acerquen, me compren un alfajor, una galletita, a mí me sirve porque me ayuda. Realmente está complicado para todos y lo sé, no me sobra la plata y a mí con una simple compra me están ayudando a que no me falte el plato de comida a mí y a mi hijo. Ojalá que todo esto mejore y que todos podamos estar bien económicamente porque yo donde puedo ayudar, trato de ayudar, incluso a la gente que pasa pidiendo también: a mí no me sobra pero me pongo en el lugar del otro y a veces necesitamos un poquito más de empatía con las personas, no sabemos lo que la otra persona está viviendo y ayudando con algo mínimo a uno le suma”. 

“El negocio está en 12 y 520, justo en la esquina, atiendo de corrido de 9 a 20 horas, de corrido. Si alguien quiere pasar a comprarme algo, estoy acá con Valen y va a estar encantado de atenderlos”, finaliza su texto.