Ahora Tolosa: otra zona de nuestra ciudad castigada por la inseguridad

“Todo para llevarse un celular y veinte mil pesos”, comentó el yerno de la víctima.

Oscar Mario tiene 77 años y estaba esperando que lo pase a buscar Fabián, su yerno, para que lo lleve a realizar un trabajo de gas en un geriátrico que concurre de manera habitual para concretar algunos arreglos como gasista matriculado. Eran alrededor de las diez y cuarto de la mañana cuando le tocó el timbre y aprovechó para dejarle unos productos de la panadería familiar “Siete Lagos” para su casa, pan y facturas.

Cuando el hombre volvió en un segundo para dejar esta mercadería en su casa, tres hombres en moto aceleraron la marcha al ver que el vecino había dejado el portón de la casa abierto.

“Se subieron a la vereda y se metieron al garaje, mientras otro sacó un arma y me apuntó al auto, que también estaba abierto”, contó Fabián en diálogo con Capital 24.

Cuando vio la situación, el hombre arrancó incluso con el vehículo abierto y cuando logró dar vuelta la esquina de 523, llamó al 911 y la policía acudió a los pocos minutos. Sin embargo, antes de la llegada del personal policial, dos de los ladrones ingresaron al domicilio y revolvieron todo, mientras otro se quedó en la puerta arriba de la moto y amenazó a Oscar Mario. En medio de la situación, también arribó a la casa la otra hija de la víctima, quien pensó que el padre se había olvidado los portones abiertos y que se iba a escapar la perra, sin imaginar que uno de los ladrones también la iba a amenazar minutos después al grito de que a su papá “lo iban a hacer pollo”. 

De la desesperación, intentaron seguir a los delincuentes que salieron a alta velocidad en dirección a calle 526.

“Cuando salieron fue tan rápido que se llevaron puesto el canasto de la basura y cayeron en la esquina de 16 y 524. Dejaron una de las motos tiradas y se fueron los tres en una sola”, agregó Fabián.

Denuncia

“Hicimos la denuncia a la comisaría también porque con el cuchillazo a mi suegro le cortaron la arteria. Lo llevamos de urgencia en el auto al hospital San Roque de Gonnet y lo tuvieron que operar”, contó Fabián. Si bien Oscar Mario ya se encuentra fuera de peligro, todavía persiste la pérdida de sangre en la vereda y en el auto y permanece internado en observación.

Los tres implicados lograron escapar y la principal hipótesis de la investigación es que se resguardaron en una vivienda dentro de un radio de al menos diez cuadras, por lo que en los próximos días aseguraron desde la comisaría que iban a reforzar el patrullaje en la zona para encontrarlos.

Si bien la vivienda está ubicada casi en la esquina de 16 y 523, no tiene cámaras ni alarma y algunos vecinos aportaron las filmaciones de sus cámaras particulares para la reconstrucción de los hechos que sucedieron a plena luz del día.

“Lo más importante es que mi suegro se está recuperando, pero pusieron en riesgo la vida por el teléfono y 20 mil pesos”, concluyó en su relato el yerno del agredido. 

Otros hechos similares

Esta situación no es ajena a lo que sucede en todo el barrio e incluso en varias zonas de la ciudad. Por ejemplo, para relatar algunos hechos, el martes de esta semana por la madrugada delincuentes ingresaron a la casa de dos jubilados de 81 y 85 años ubicada a unas cuadras, en calle 17 entre 526 y 527. Lograron forzar la puerta con una barreta y escapar con objetos de valor, teléfonos celulares, 14 mil pesos en efectivo y el auto de los propietarios, un Fiat Palio blanco. Antes de irse, golpearon a los dos y los redujeron a la fuerza.

“Vivimos con miedo, de cuando pasa una moto, cuando se hace de noche o incluso cuando ves una cara que no conocés”, comentó una frentista en diálogo con este medio. La situación, según relató, se agravó en los últimos dos años y destaca que la mayoría de los habitantes tienen sus casas allí desde hace más de cincuenta años.